martes, 11 de enero de 2011

Ross The Boss: Hailstorm

Ross The Boss: Hailstorm

Ross The Boss

CRITICA REALIZADA POR LOCKY PEREZ en http://www.musicaheavy.org/ross




Sigo sin entender por qué Ross The Boss abandonó Manowar tras publicar álbumes tan decisivos en la trayectoria del grupo estadounidense como, Battle Hymns, Hail To England o Kings Of Metal. Bueno, en el fondo, supongo que tendrá que ver con “diferencias” con su ex colega Joey DeMaio y el paulatino rumbo hacia la “grandiosidad” que tomó la banda. Ross, un tipo más de raíces blueseras, seguramente, se cansó y decidió seguir su propio camino.

Sin embargo, su carrera lejos de Manowar no ha tenido excesiva repercusión. Algún reencuentro con su primera banda, los legendarios The Dictators, un proyecto de blues rock que no tuvo continuidad y puntuales colaboraciones con otros artistas es el discreto balance.
Cuando poco se sabía de su situación, en 2008 reapareció con una nueva formación bajo su propio nombre pero que reunía a un grupo de músicos procedentes de una banda tributo denominada Men Of War. La cosa quedaba clara, tras sus poco decisivas experiencias, el bueno de Ross retomaba por su cuenta los argumentos que había dejado años atrás con Manowar.
Su debut llevó el título de New Metal Leader y dos años después nos entrega Hailstorm, grabación que fusiona los esquemas de connotaciones épicas propias de Manowar con las características particulares que Ross ha demostrado a lo largo de los años.
Una intro, “A.I.G:”, que puede recordar al inicio del tema “Guyana (Cult Of The Damned)” perteneciente a Sign Of The Hammer (84) y la “cabalgata” épica denominada “Kingdom Arise”, nos ponen en situación y confirman que Ross emprende un ejercicio retrospectivo en el que, además de mostrar sus huellas del pasado, nos recuerda que en cuanto a recursos guitarreros sigue manteniendo sus cuotas de creatividad.
“Dead Man’s Curve”, ratifica conceptos estilísticos además de aportar sugestivas armonías y un vibrante solo. No obstante cuando el disco deja de mostrar su excesivo apego a los “perfiles Manowar” es donde aumenta su interés.
Por ejemplo, “Hailstorm” es un corte “speedico” totalmente desequilibrante con unas guitarras arrolladoras, mientras que “Burn Alive” es puro heavy metal con un candente riff, un fraseo de guitarra brillante y pegadizo además de una nueva demostración solista de calidad. Por otra parte, en “Behold The Kingdom”, fusionan las dos vertientes, lo épico y lo, digamos, más “bluesero”, con un buen trabajo de la sección rítmica bajo/batería y un Ross inspirado en las partes solistas, algo que magnifica en la instrumental “Great Gods Glorious”.
En “Shining Path”, con el bajo más presente que en resto de canciones, Ross combina de nuevo los riffs de marcado acento heavy con solos de corte bluesy, al igual que en “Among The Ruins”.
En cuanto a sus acompañantes, obviamente, Patrick Fuchs no es Eric Adams, tiene un registro distinto, más melódico y agudo. Pero tanto el vocalista como Carsten Kettering (bajo) y Matthias Mayer (batería), cumplen con su cometido.
No se trata de un disco que cambie la historia, al contrario revive conceptos que Ross tiene muy asumidos desde siempre. En cierto modo, es una forma de reencontrarse con las texturas de los Manowar menos grandilocuentes y más directos con ciertos toques de hard rock, como queda plasmado en “Vindicator”.
Una alternativa a las actuales “bandas sonoras” dedicadas a los dioses a las que están abonados Joey DeMaio y sus compinches.

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