jueves, 13 de enero de 2011

Critica del nuevo disco de Cradle of Filth: ‘Darkly, Darkly, Venus Aversa’


Como su nombre lo indica “Oscuro, oscuro”, realmente oscuro pero altamente libre.
Al parecer Venus Aversa finalmente se convierte en el disco que todos esperábamos desde hace tanto tiempo., en especial porque otorga la libertad de crear y de divertirse con una buena cantidad de pequeños detalles en cuanto a riffs y distorsiones.
Parece ser que Cradle of Filth se entregó por completo a trabajar en una obra de melodías teatrales acompañadas de teclados que simulan aquel eco que se escucha en las grandes catedrales – un punto realmente crítico en el sonido de la banda. El problema con esto es que prácticamente estos británicos se han apegado tanto a este tipo de producción que ya solo eso quieren hacer.
Curiosamente la atención que prestaron a la batería y a las guitarras deberían haber hecho lo suficiente como para emocionar al público con este disco, pero lamentablemente no ha sucedido de está forma. En su lugar, las sinfonías épicas parecen decaer cada vez más mientras que avanzamos entre sus 11 canciones. Es como si con cada canción decidieron volverse más y más instrumentales, comprometiendo así la grandeza que labraron desde sus inicios en el 91.
Un ejemplo claro de esto son los riffs y los solos del guitarrista Paul Allender. Su trabajo es realmente digno de admirar, se nota que constantemente intenta romper con las cadenas de la monotonía – siempre ha sido conocido como un guitarra que le gusta tocar notas altas y acordes estridentes. Así que en está producción escuchamos su intento por tocar notas más melódicas que logran cierto éxito hasta ser opacas por esos horribles teclados que crean una atmosfera nada interesante.

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