Han pasado más de 25 años desde que Forbidden (en un principio Forbidden Evil, hasta 1987) comenzará su trayectoria en la Bay Area de San Francisco, formando parte de la escena que expandió al mundo una nueva forma de entender y llevar más allá la música heavy, el thrash metal, y 13 desde que publicaran su último disco, Green. Ahora, vuelven a ser actualidad por el lanzamiento de un nuevo trabajo, Omega Wave.
Después de diversos cambios en una formación que en su momento contó con la presencia de Robb Flynn (Machine Head) y Paul Bostaph (Testament, Slayer, Exodus), así como de largos períodos de inactividad, en 2007 reactivaron su carrera con una alineación en la que permanecen, Russ Anderson (voz) y Craig Rocicero (guitarra), ambos miembros fundadores, y recuperan a Matt Camacho (bajo), de su formación más representativa, a quienes se han unido el guitarrista Steve Smyth (ex Nevermore) y Mark Fernández a la batería.
No vamos a descubrir ningún secreto si afirmamos que Forbidden ocuparon un segundo plano dentro del movimiento thrash, pero lo que en estos momentos importa es su positiva recuperación con este Omega Wave, que muestra a una banda asentada en unos parámetros perfectamente reconocidos pero que transmite una categórica madurez, algo decisivo para exponer sus actuales credenciales en forma de composiciones elaboradas que no abusan del riff redundante y machacón, sino que incursionan en entramados algo más complejos.
Esta circunstancia puede causar cierta dificultad a la hora de escuchar el contenido de Omega Wave pero, en el fondo, nos está definiendo un álbum con mucha sustancia por revelar.
Cada composición cuenta con interesantes desarrollos de guitarra, además de solos en una eficaz justa medida, apoyados por una abrupta dinámica rítmica que en absoluto desfallece.
Tras la exuberante y algo épica intro “Alpha Century”, entramos en materia desequilibrante con “Forsaken At The Gates”, donde descubrimos el excelente estado de forma de Russ, pegando berridos como en sus mejores tiempos a lomos de guitarras desbocadas y un demoledor redoble de tambores. Ingredientes que encontramos también en canciones como, “Overthrow”, “Adapt Or Die”, “Immortal Wounds” o, en la despedida con el propio tema título.
Algo más complicada y oscura es “Swine”, mientras que “Dragging My Casket” y “Hopenosis”, tienen un ritmo más marcado, en la última, Russ exhibe cierto parecido a John Bush (Armored Saint, ex Anthrax), aunque solo en algunas partes.
En todo caso, más, o menos frenéticas, todas las composiciones muestran variantes que hacen de Omega Wave un competente retorno al mundo del metal. Estamos ante unos Forbidden revitalizados y desbordantes en cuanto a energía, actitud y capacidad creativa.
CALIFICACION: 8,00/10
GRUPO: Forbidden
TITULO: Omega Wave
DISCOGRAFICA: Nuclear Blast
AÑO: 2010
PAIS: Estados Unidos
Después de diversos cambios en una formación que en su momento contó con la presencia de Robb Flynn (Machine Head) y Paul Bostaph (Testament, Slayer, Exodus), así como de largos períodos de inactividad, en 2007 reactivaron su carrera con una alineación en la que permanecen, Russ Anderson (voz) y Craig Rocicero (guitarra), ambos miembros fundadores, y recuperan a Matt Camacho (bajo), de su formación más representativa, a quienes se han unido el guitarrista Steve Smyth (ex Nevermore) y Mark Fernández a la batería.
No vamos a descubrir ningún secreto si afirmamos que Forbidden ocuparon un segundo plano dentro del movimiento thrash, pero lo que en estos momentos importa es su positiva recuperación con este Omega Wave, que muestra a una banda asentada en unos parámetros perfectamente reconocidos pero que transmite una categórica madurez, algo decisivo para exponer sus actuales credenciales en forma de composiciones elaboradas que no abusan del riff redundante y machacón, sino que incursionan en entramados algo más complejos.
Esta circunstancia puede causar cierta dificultad a la hora de escuchar el contenido de Omega Wave pero, en el fondo, nos está definiendo un álbum con mucha sustancia por revelar.
Cada composición cuenta con interesantes desarrollos de guitarra, además de solos en una eficaz justa medida, apoyados por una abrupta dinámica rítmica que en absoluto desfallece.
Tras la exuberante y algo épica intro “Alpha Century”, entramos en materia desequilibrante con “Forsaken At The Gates”, donde descubrimos el excelente estado de forma de Russ, pegando berridos como en sus mejores tiempos a lomos de guitarras desbocadas y un demoledor redoble de tambores. Ingredientes que encontramos también en canciones como, “Overthrow”, “Adapt Or Die”, “Immortal Wounds” o, en la despedida con el propio tema título.
Algo más complicada y oscura es “Swine”, mientras que “Dragging My Casket” y “Hopenosis”, tienen un ritmo más marcado, en la última, Russ exhibe cierto parecido a John Bush (Armored Saint, ex Anthrax), aunque solo en algunas partes.
En todo caso, más, o menos frenéticas, todas las composiciones muestran variantes que hacen de Omega Wave un competente retorno al mundo del metal. Estamos ante unos Forbidden revitalizados y desbordantes en cuanto a energía, actitud y capacidad creativa.
CALIFICACION: 8,00/10
GRUPO: Forbidden
TITULO: Omega Wave
DISCOGRAFICA: Nuclear Blast
AÑO: 2010
PAIS: Estados Unidos
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